Se ha escrito (y rodado) mucho acerca del amor: cuentos de hadas, películas románticas... que nos llenan de creencias irreales acerca de cómo llega y cómo es el amor. Muchas veces que encontremos pareja, lo atribuimos a tener o no suerte en el amor. Pero lo cierto es que las relaciones de pareja y nuestra forma de forjar vínculos sanos van más allá del azar. De hecho, son muchos los aspectos sobre los que tenemos control, y sobre los que podemos trabajar para tener y mantener una pareja saludable.
A continuación mencionaremos algunas de las causas que se encuentran en el origen del miedo a estar solos:
- Presión social: familiares y amigos que nos preguntan "¿cuándo vas a sentar la cabeza?"; o nos informan de que "se nos está pasando el arroz".
- Expectativas: la sociedad y los medios de comunicación nos mandan un mensaje acerca de lo que es esperable y deseable. En consecuencia, nos formamos expectativas acerca de nuestro futuro y construimos nuestro proyecto de vida (que puede incluir tener pareja y formar una familia).
Como consecuencia de los puntos anteriores, es posible que adoptemos patrones de conducta que nos conducen a relaciones insatisfactorias, entrando en un círculo vicioso que nos lleva a intentar comenzar una nueva relación a cualquier precio.
La necesidad de agradar al otro, la urgencia por establecer una nueva relación y la angustia por no "perder el último tren", puede alejarnos de quiénes somos y puede llevarnos a aceptar condiciones en la relación que, en otro momento, no consentiríamos. Todo ello puede precipitarnos hacia un (nuevo) fracaso amoroso; lo que interpretamos como una confirmación de que jamás encontraremos pareja, y aumenta nuestra inseguridad.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta tendencia?
- Conocer cómo solemos vincularnos con otras personas, y aprender a reconocer cuándo podemos ser incompatibles con otras personas
- Conocer cuáles son nuestras necesidades afectivas y aprender a decir "no". Más vale establecer los límites a tiempo, que dejarnos llevar por condiciones que en otras situaciones no estaríamos dispuestos a aceptar.
- Conocer cuáles son nuestras expectativas acerca de las relaciones de pareja, para evitar invertir tiempo y energía en relaciones que no nos llevarán a ninguna parte.
Los puntos anteriores mejorarán nuestro autoconocimiento y aumentarán nuestra autoestima. Dos aspectos que, sin duda, nos ayudarán a tener relaciones de pareja más sanas y estables.
Si consideras que la situación te supera, o bien te genera malestar, puedes considerar ayuda profesional que te proporcione herramientas para fortalecer tu autoestima y promover relaciones más sanas.
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