Habitualmente hablamos de los celos desde una perspectiva en la que aparecen cuando sentimos que podemos perder nuestra posición "privilegiada" en la vida de nuestra pareja. En este post hablaremos de los celos desde otra perspectiva: como una estrategia para subir nuestra propia autoestima.
Es posible que los celos sean infundados; pero, en ocasiones, es posible que sea nuestra propia pareja quien nos cele, quien nos facilite el contexto para que aparezcan los celos.
Por favor, no me malinterpretéis: es nuestra responsabilidad tomar distancia y discernir; gestionar todas aquellas emociones y pensamientos que hay detrás de los celos y apostar por una gestión más sana de los mismos. Pero no podemos negar que en ocasiones los motivos son "creados" o "inoculados" por nuestra pareja.
Si nos compara con otras personas de forma habitual, si nos menciona lo que hacía con sus sus exparejas y lo bien que se lo pasaba, y lo hace sistemáticamente, puede que no nos siente demasiado bien -sobre todo si nuestra autoestima no atraviesa un buen momento-, motivo por el cual pueden aparecer los celos.
Y que aparezcan los celos es algo no deseable; sin embargo, todavía hay quien hace la siguiente asociación: "si se pone celoso es porque me quiere", "cuanto más celoso se ponga, más me demuestra que me quiere". Afortunadamente cada vez son más las personas que saben que no es así; sin embargo, es posible que esa asociación esté muy arraigada en nuestra pareja; tanto, que haga uso de ella a su favor.
Y por "a su favor" me refiero a que haga comentarios o nos compare con sus exparejas de forma sistemática para propiciar este tipo de reacciones en nosotros -quizás de forma inconsciente-. Porque, siguiendo su lógica, cada vez que nos pongamos celosos, le estaremos demostrando que le queremos. Y, cuando la autoestima de nuestra pareja no está en plena forma y está hecha un mar de inseguridades, es justamente eso lo que necesita: que le recordemos constantemente cuánto le queremos.
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